A las mujeres se nos ha enseñado a odiar nuestro cuerpo desde la noche de los tiempos. Desde que empezamos a desarrollarnos y pasamos por la pubertad, nos dicen que nuestra figura no es lo bastante buena, que nuestra piel es demasiado imperfecta o que nuestro pelo ni siquiera está a la altura del de otras mujeres. Y luego están todos esos publicaciones sobre la celulitis o las estrías como «defectos» que hay que erradicar de tu cuerpo para que algún día puedas ser una pareja o una madre atractiva. Pero, ¡no te preocupes! Estoy aquí para decirte que esta actitud hacia ti misma va en contra de todo en la naturaleza (y la ciencia). Fue creada por el hombre -no por las mujeres- como una forma de mantenernos deprimidas y deprimidos porque, de lo contrario, ¿cómo podrían salirse con la suya tratándonos como basura?
Observar y escuchar las reacciones de tu pareja es una parte muy importante del aprendizaje del lenguaje corporal de las mujeres. Puedes observar cómo reacciona cuando la tocas, qué hace con las manos y los brazos. Observa cómo reacciona cuando le haces preguntas sobre su cuerpo, como «¿Qué son esas?» o «¿Por qué pasa esto?». Escucha atentamente lo que dice, prestando atención no sólo a las palabras sino también al tono de voz y la expresión facial (por ejemplo, si hay irritación).
No tengas miedo de tu olor corporal. El olor corporal es natural y saludable, y no debe ser motivo de vergüenza. El olor corporal no es un signo de enfermedad. No significa que tengas alguna dolencia en tu organismo y no es algo que haya que ocultar o tapar. De hecho, todo lo contrario. Si vas a salir con tus amigos después de una sesión de entrenamiento en el gimnasio, ¡muestra esos bonitos abdominales empapados de sudor!
Practica tus posturas y movimientos delante de un espejo. Esto te ayudará a acostumbrarte a verte desde todos los lados, lo cual es importante para la autoaceptación y la conciencia corporal.
Utiliza lubricantes a base de aceite para el sexo anal. Los lubricantes a base de agua son mejores para el sexo vaginal, pero el lubricante de silicona es el mejor para todo. Es lo suficientemente espeso como para mantenerse en su sitio. Y no se seca tan fácilmente como otros tipos de lubricantes si eres propenso a desgastarlos con el tiempo (como yo).