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El carrete filipino

¿Has oído hablar en aluna ocasión del carrete filipino? ¿No? Pues se trata de una étnica milenaria. Por supuesto, si no la conoces, difícilmente la habrás puesto en práctica. Pues bien, se trata de una étnica sexual originaria de Filipinas. Probablemente, el ávido lector lo habrá deducido con solo leer el título de este post. Bien, pues se trata de una práctica sexual que se practicaba en los burdeles de Filipinas y que buscaba hacer máximo la cantidad de placer que experimentaban los clientes de estos lugares. El carrete filipino ha venido sobreviviendo a través de los siglos y hasta la actualidad.

Son muchas las versiones que existen sobre el funcionamiento de la técnica del carrete filipino. Probablemente la que más se ajusta a la idea original es la que afirma que las prostitutas de los burdeles trataban de proporcionar un placer máximo a sus clientes para lo que estimulaban especialmente los músculos vaginales, con el objeto de alcanzar un mayor control sobre ellos.

El carrete filipino se practica introduciéndose un carrete de hilo en la vagina para dejar una pequeña porción colgando. A base de contraer la paredes de la vagina, las mujeres con mayor experiencia son capaces de conseguir que el hilo, poco a poco, se vaya desenrollando hasta conseguir que lo hiciera por completo y, por lo tanto, que cayese al suelo. El hecho de realizarlo con solvencia implica un dominio absoluto sobre los músicos de la vagina, hecho que convierte a esta persona en una experta en placer sexual a través de su vagina.

No hay nada que suponga un mayor nivel de excitación para un hombre que la contracción muscular de la vagina en plena penetración. Al realizar este delicado y complicado movimiento muscular, el nivel de placer que experimenta el pene penetrante crece exponencialmente, circunstancia que convierte en especialmente atrayente para los varones esta práctica sexual derivada del carrete filipino. En la actualidad existen algunos juguetes sexuales que pueden realizar este mismo efecto cuando la mujer practicante no es una experta dominadora de esta técnica. Los anillos para el pene pueden sustituir perfectamente a la vagina entrenada.

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