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Sobre el pedo vaginal (parte 2)

¿Puede el pedo vaginal ser un síntoma de algo serio? En casos raros, el queefing podría ser indicativo de la presencia de una fístula vaginal. Sin embargo, si tienes una fístula vaginal, es probable que experimente otros síntomas además del queefing frecuente. Una fístula vaginal se define como una abertura o túnel anormal que conecta la vagina con otro órgano, como el colon o el recto.

Los síntomas de una fístula vaginal pueden incluir los siguientes:

Es importante recordar que la mayoría de los queefing son completamente normales y no son indicativos de algo serio. Lamentablemente, no hay mucho que se pueda hacer para evitar el pedo vaginal. La cantidad de erupciones que experimentas depende de tu propia vagina. Cada vagina es única, lo que significa que algunas mujeres pueden experimentar eructos regulares, mientras que otras mujeres pueden experimentarlo ocasionalmente o nunca.

Si te preocupan los pedos vaginales durante las relaciones sexuales, es posible que algunas posiciones los provoquen con más frecuencia que otras. Por ejemplo, es posible que experimentes sexo vaginal mucho cuando recibes sexo con penetración en la posición del perrito. Sin embargo, con la posición del misionero es posible que no experimentes el pedo vaginal con tanta frecuencia.

Por esta razón, es importante averiguar qué actividades causan más pedos vaginales. Una vez que sepas cuál es la causa, puede ser mucho más fácil evitar la aparición de pedos vaginales. Si  los gases vaginales se están convirtiendo en un motivo de preocupación, o si la retención de aire está causando molestias en la región vaginal, es importante que busques el consejo de un profesional médico lo antes posible.

¿Debería avergonzarme de queefing? A diferencia de las versiones gloriosas del sexo que vemos en las películas, la televisión y la pornografía, el sexo en la vida real es mucho más natural. Sin embargo, a veces las cosas no salen según lo planeado, pase lo que pase, es importante recordar que a todos nos pasan momentos vergonzosos. Lo que realmente cuenta es cómo manejas esos momentos.

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