Escuchar a tu cuerpo es fundamental. Solo tienes un cuerpo y mereces disfrutarlo. Desafortunadamente, muchos factores en la sociedad occidental nos llevan a ignorar nuestros cuerpos. El día tradicional de escuela y trabajo designa momentos particulares en los que está bien o no comer, descansar o usar el baño. Constantemente recibimos mensajes que utilizan la vergüenza corporal para promocionar productos a la venta. Simplemente sentirse cómodo existiendo no es una lección que a muchos de nosotros nos enseñan, lo que resulta en que nuestras mentes, cuerpos y espíritus paguen el coste.
Nuestros cuerpos son tiernos y únicos. No existe una práctica de «talla única» para el cuidado del cuerpo. Las presiones y los factores estresantes nos afectan a todos de manera diferente y nuestros cuerpos lo recuerdan. El trauma generacional puede ser un ejemplo de lo sensibles que son nuestros cuerpos y sobre los diferentes tipos de daños pueden afectar nuestros cuerpos.
Entonces, ¿cómo sabes lo que tu cuerpo necesita? Las estructuras occidentales centradas se basan en la urgencia y la productividad. Intenta reducir la velocidad. El descanso no se gana, es un derecho. Fíjate qué te sirve y qué no.
Más delicadeza con tu tiempo y tu cuerpo puede ayudarte a notar lo que te nutre y lo que no. Presta atención a lo que te trae alegría y fomenta el crecimiento. La fluidez y la flexibilidad son parte de estar vivo. Una práctica que lo respalda hoy puede no hacerlo el próximo año. Comprométete con las necesidades, los deseos y los deseos en evolución de tu cuerpo.
Sintiendo tu cuerpo y encontrando placer en reconectar con él.
Prueba las siguientes afirmaciones para reconectarte con tu cuerpo. Es posible que descubras que pronunciarlas en voz alta con movimiento o tocarte a ti mismo mejora tu disfrute de esta práctica de cuidado personal. Parecen simplemente frases pero, en realidad, son una forma de autoreafirmarnos para sentirnos mejor con nososotros mismos:
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- Soy más que un cuerpo.
- Mi cuerpo es sabio.
- Los cuerpos cambian.
- Me doy permiso para descansar.
- Soy digno y merecedor de placer.
- La salud no está conectada con la moralidad.
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