Los mitos sexuales están muy extendidos. Especialmente aquellos que tratan de dar una explicación a por qué las parejas dejan de tener sexo. En nuestra última entrada desmontamos algunos de los mitos más frecuentes. En la de hoy tratamos de ampliar esa lista de mitos que justifican la desaparición del sexo en una relación de pareja.
Aquello de que las mujeres realmente no disfrutan del sexo es, sin duda, uno de los mitos más infundados. Si me hubieran dad un centavo por cada vez que alguien me dijo que a las mujeres realmente no les importa el sexo, o si me preguntaron si deberían restablecer sus expectativas, porque lo que se considera un alto deseo sexual en las mujeres, de todos modos, probablemente podría jubilarme.
La idea de que las mujeres en relaciones comprometidas simplemente pierden su libido por completo puede parecer la respuesta perfecta a la pregunta: ¿por qué las parejas dejan de tener relaciones sexuales? Pero no es así. Es un mito que se deriva en parte de un cambio histórico.
Antes del siglo XVIII, tendíamos a considerar a ambos sexos como igualmente sexuales, obscenos e inmorales. En la década de 1800, el deseo de las mujeres comenzó a verse como algo obsceno y enfermizo. Las mujeres eran consideradas moralmente superiores en todos los sentidos, lo que significaba que obviamente no podían querer o desear sexo.
La idea de que a las mujeres no les gusta mucho el sexo o no lo consideran importante también se basa en una idea específica del sexo: la penetración vaginal. A menudo se espera que las mujeres en relaciones o matrimonios heterosexuales alcancen el orgasmo solo con la penetración vaginal. Pero en realidad, esto es muy poco común. Las mujeres a menudo necesitan estimulación externa del clítoris para alcanzar el orgasmo y disfrutar realmente del sexo.
Entonces, si bien en la superficie puede parecer que las mujeres no están interesadas en el sexo, debes preguntarte a ti mismo; ¿Están realmente desinteresados en el sexo en general, o desinteresados en el sexo con penetración vaginal? ¿Y podrían las ideas generalizadas sobre la sexualidad femenina avergonzarlas por sus deseos, haciendo que su deseo se desplome?