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La vergüenza y la libido (parte 1)

La verguenza puede influir negativamente en la libido. No siempre somos conscientes de ello, pero las emociones negativas durante el sexo pueden surgir cuando menos lo esperamos, librando el sexo del placer y el disfrute. Si experimentas vergüenza, culpa o ansiedad al tener relaciones sexuales, no estás solo. De hecho, estos son sentimientos que se discuten a diario, sin importar la dificultad sexual que se presente.

Experimentar estos sentimientos angustiosos es una de las muchas razones por las que sufrimos de baja libido. Pero hay maneras de no dejar que tus emociones superen tu deseo sexual. Uno de ellos es entender por qué estas emociones afectan tu libido en primer lugar.

La vergüenza es un sentimiento que lo abarca todo. Cuando se enciende, lo sentimos en todo nuestro cuerpo, enrojecemos la cara, sentimos calor y sudor, y queremos ser tragados por el suelo debajo de nosotros.

Un tema común que provoca vergüenza en muchos de nosotros es el sexo. Este sentimiento de vergüenza está ligado a diferentes aspectos del sexo, dependiendo de quiénes somos, dónde crecimos en el mundo y qué nos enseñaron nuestros padres al respecto. A veces experimentamos emociones durante el sexo como la vergüenza, porque la mera idea de experimentar placer con nuestro cuerpo desnudo nos hace sentir mal.

Quizás creciste en una familia donde el sexo era tabú y sucio. Tal vez te enseñaron que el sexo era solo para fines reproductivos y que disfrutar del sexo por el acto en sí estaba mal. O, posiblemente, tus creencias religiosas te hicieron sentir que cualquier tipo de sexo fuera del matrimonio era un pecado.

Estas ideas sobre el sexo aún pueden afectar cómo te sientes acerca de participar en él y causar una avalancha de vergüenza cuando tienes relaciones sexuales con una pareja.

En las sociedades occidentales, el sexo se ve más como una actividad masculina que femenina. Se considera que los hombres siempre tienen muchas ganas de ir y las mujeres son vistas como objetos de deseo: ser deseadas pero no deseadas. Estas ideas sobre la sexualidad masculina y femenina afectan negativamente a todos los géneros. Causan vergüenza a quienes se identifican como hombres cuando no quieren tener sexo, y vergüenza a quienes se identifican como mujeres cuando sí lo desean.

Incluso si se puede decir que hemos recorrido un largo camino con respecto a nuestros puntos de vista sobre el sexo y los géneros, todavía tenemos mucho por hacer.

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