¿La castidad y el pegging? ¿Qué tienen que ver unos con otros? En esencia, la castidad y el pegging realmente no tienen nada que ver entre sí. Al menos, a priori, eso es lo que solemos pensar. La castidad es el acto de negar el orgasmo, ocasionalmente con la ayuda de dispositivos metálicos que hacen que sea imposible acariciar el pene. Se trata de una practica que se lleva como juego en la actualidad y está inspirada en la baja Edad Media. Sin embargo, el pegging es sexo anal con la ayuda de un arnés con correa. No parecen cercanos en absoluto. ¿No os parece?
Sin embargo, muchas personas que disfrutan de la castidad también disfrutan del pegging. Así que los dos problemas se agrupan con bastante frecuencia. Esta relación no es gratuita. Es cierto que, a primera vista, puede que no veamos el vínculo. Sin embargo, es facilmente entendible si vamos un poco más allá. No todas las cosas que van de la mano son evidentes. Con esto sucede lo mismo.
Especialmente, dado que la próstata puede conducir a orgasmos sin manos y sin pene, muchas personas en castidad disfrutan prescindiendo del enfoque típico en el pene y usando su próstata para proporcionar los orgasmos. Dado que la vinculación puede golpear fácilmente la próstata, muchos practicantes de los juegos de castidad tienden a incluir el pegging dentro de su caja de juguetes pervertidos. Especialmente porque el pene puede estar bloqueado y fuera de servicio de todos modos.
¿Eres nuevo en el pegging? ¿Es esta tu primera vez pegging? Si es así, te recomiendo investigar un poco y leer antes de saltar directamente a él. Definitivamente, puedes saltar de inmediato si eso es lo que deseas, pero dado que el pegging implica interactuar con un arnés con correa y el ano, Obtener un poco de conocimiento sobre este asunto en particulae puede ayudar en todo. No resulta mala idea en ninguna circunstancia tener un profundo conocimiento sobre el tema que nos ocupa. Cuando se trata del introducirse, nuca mejor dicho, en el mundo de la prospección anal, la necesidad es aún mayor.