¿Cñonoces la leyenda del caballero sexual? En los viejos tiempos, las mujeres nunca querían que su hombre se sintiera poco masculino. Entonces, mantenían su incapacidad para actuar en el dormitorio como un secreto para nunca ser contado. Hoy en día, las mujeres son mucho más atrevidas y, a veces, pueden describir el desempeño de su hombre en un término simple: fracaso.
Algunos hombres se avergüenzan y reaccionan de manera irracional. Otros toman las críticas como una solución para tener más éxito en la próxima ocasión. El caso es que por más hombres egoistas en este sentido que existan, también existen los que son caballeros sexuales.
Una vez que una mujer tenga un encuentro con un caballero sexual, su falta de palabras para explicar la experiencia será su confirmación de que acaba de experimentar a un hombre de un calibre diferente. Para él, el sexo es un evento que tiene un objetivo final: satisfacer a su pareja de todas las formas posibles.
En su mundo sexual, las limitaciones para complacerla nunca existirán. Él puede agotar y agotará los límites que una vez se impuso debido a la incapacidad de todos estos hombres valientes que alguna vez pensaron que habían logrado el objetivo de satisfacera a su pareja. Él comprende las muchas formas en que se puede dar placer
Sin duda, él garantiza la satisfacción sexual porque usará cada parte de ambos cuerpos y, sin lugar a dudas, hará creer a su pareja que ninguna parte de la piel quedaría intacta. En cada ocasión, un caballero sexual entrará en este evento como si fuera su último momento para complacer a su dama.
El hombre promedio durará entre tres y siete minutos en un buen día, más o menos. Para los hombres, esto parecerá una eternidad, mientras que para las mujeres será el comienzo de un trote matutino. No importa cuál sea la duración, la mayoría de los hombres casi siempre estarán satisfechos al final de la noche. Puede que no se sientan bien con su desempeño, pero siempre alcanzarán su punto máximo. La hembra promedio tarda unos 29 minutos en alcanzar el orgasmo. Echen sus cuentas.