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La intimidad emocional

¿Has oído hablar de la intimidad emocional? Es cierto que la intimidad se define como una relación personal cercana, familiar y generalmente afectuosa o amorosa con otra persona o grupo. Sin embargo, la intimidad emocional lleva las cosas un paso más allá, llevando esa intimidad a un nivel superior en el que dos personas pueden compartir sentimientos, pensamientos, problemas y opiniones abiertamente sin sentirse juzgado o rechazado.No hay duda de que tener una sensación de emoción compartida no solo es importante para la salud física y mental. Realmente, puede ayudar a fortalecer una relación. Vamos a identificar algunas formas sencillas de ayudar a crear esta intimidad emocional en tu propia relación.

.Lo primero es conocer la diferencia entre intimidad física y emocional. Cuando se menciona la palabra intimidad, la reacción inicial es pensar en el sexo. Sin embargo, la intimidad es mucho más profunda que el acto físico en sí.

Algunas parejas pueden disfrutar de una vida sexual fantástica; sin embargo, cuando se trata de compartir sentimientos y emociones, se congelan o parecen incapaces de comunicarse abiertamente entre ellos.

Aquellas parejas que logran dominar el lado emocional de la intimidad, tienden a encontrar que la intimidad sexual también mejora y, como resultado, se sienten más cercanas y mejor conectadas.

Antes de intentar conectarte completamente con las emociones de tu pareja, primero vale la pena poner las propias en orden. No es frecuente que nos tomemos el tiempo para pensar en nuestros sentimientos o las dificultades que tenemos para expresarlos, pero al hacerlo, está contribuyendo a mejorar sus relaciones con los demás.

Por ejemplo, si eres consciente de que te vuelves muy emocional en ciertos momentos  o si tienes un odio por las mascotas que desencadena una emoción negativa para ti cada vez, entonces habla de estas cosas con tu pareja.

La comunicación honesta y abierta es esencial en toda relación. No es necesario que sean conversaciones serias o profundas. En su lugar, intenta tener charlas informales regulares sobre cómo se gestiona en la relación cualquier cosa que os preocupe.

Además, no creas que solo tienes que discutir cosas difíciles. En absoluto.  Los momentos felices y las experiencias deben compartirse tanto como las preocupaciones o dudas que ambos puedan tener.

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