El erotismo no es algo que cuente con una receta. Por supuesto no es algo motivado por una única cuestión. Ni mucho menos. Son muchas las variables que confluyen para que se den las circunstancias que facilitan el nacimiento de este. Sin embargo, sí que es verdad que existen una serie de elementos que podemos considerar como esenciales para que aparezca el erotismo. De la misma manera, sin duda, existen elementos que confluyen para limitar las posibilidades eróticas de un conteto o de un individuo. Hoy nos ocuparemos de estos aspectos generales del mundo erótico que debemos conocer.
Antes de enumerar algunas de las cosas que forman partes de los ingredientes que debiera tener el erotismo o de aquellas otras que lo limitan, vamos a ver, brevemente, algunas posibilidades para vivir este. No cabe duda de que la puerta que encuentra el erotismo para entrar en nosotros pasa por nuestros sentidos. Así, el tacto, el olfato, la vista, el gusto y el oído son los que nos permiten que entre o no en nosotros. Gracias a ellos podemos disfrutar algunas de las siguientes maneras de disfrutar el erotismo:
- El erotismo en pareja o con diferentes parejas
- El autoerotismo o la masturbación
- El erotismo a través de las fantasías sexuales
- El eroritsmo en las relaciones sexuales
Puestos a enumerar elementos imprescindibles para que se de la situación erótica, algunos de los más destacados son, sin duda, la creatividad, la imaginación y el hecho de romper esterotipos. Las combinaciones y proporciones en que se den pueden ser muy diferentes. Sin emabargo, en cualquier aparición erótica estarán presentes todos los elementos citados.
En contra de estos fatores, aparecen una serie de elementos que se interponen en nuestra experiencia sexual con el erotismo. Actúan con frecuencia en contra de su aparición. Por lo tanto, resultan incompatibles con él. Citaremos a algunas de las más peligrosas y, sin embargo, más habituales:
- La ignorancia sobre la sexualidad
- Algunas creencias personales
- Los mitos y tabúes
- Tener una mente cerrada
- Determinados problemas de salud
- Los estereotipos
- Ciertos valores rígidos
- Un estilo de vida demasiado estresante
- La baja autoestima