La búsqueda de nuevas sensaciones en al cama es algo a lo que todos aspiramos. Enciende la imaginación con nuevos movimientos. Encuentra un lugar diferente para compartir tu pasión. Explora diferentes lugares, incluso la posición del misionero puede hacerte sentir un aventurero si estás a horcajadas sobre la mesa de la cocina. Los muebles pueden permitirte llegar a nuevos lugares. Intenta mirarte en el espejo para intensificar la experiencia.
Use su almohada para una penetración más profunda. Colócala debajo de las caderas o las nalgas de la mujer durante la posición del misionero, o debajo de su pecho si estás entrando por detrás. Le da más estabilidad. Y cuando estás arriba, un cojín colocado debajo de las caderas del hombre lo ayudará a apuntar al punto G.
Luego prueba diferentes ritmos, como tres empujes largos y tres superficiales, o diez cortas y luego cinco profundas. Luego usa un anillo vibrante y de varias velocidades. Este es capaz de mantener la erección de un hombre más fuerte por más tiempo. El uso de este tipo de anillos en el clítoris de la mujer puede ayudar a que sea mucho más fácil para ella llegar al clímax, especialmente desde atrás.
Los geles de placer son ideales para parejas. Trae una nueva dimensión a tu vida sexual. También puedes aportar algunos aromas para una sensación adicional o usar los geles a base de silicona, que duran más que las versiones a base de agua. Simplemente no los uses con juguetes o condones.
Se trata de buscar la variedad en nuestro mundo sexual. No solo en el contenido de la sesión, que también, sino extenderlo al contexto o al entorno. Cualquier variación, por pequeña que sea, nos puede aportar una nueva sensación de un valor extraordinario. Al fin y al cabo, el sexo están plagado de sensaciones.
Las posibilidades que están en nuestra mano para obtener nuevas sensaciones en la cama son ilimitadas. Se trata de ampliar nuestro abanico de rutinas sexuales para evitar que se conviertan, precisamente en rutinas. Evitar que todo lo relacionado con el sexo se convierta en algo rutinario y tedioso es nuestra primera obligación. Sin ninguna duda.