La desescalada, por supuesto, debe prever también un protocolo que incluya el sexo. No nos cansamos de repetirlo: somos animales eminentemente sexuales. Esto es así. Por eso nos encanta repetirlo. Nuestra sexualidad forma parte fundamental de nuestras vidas en cualqueir circunstancia. Por eso, durante el confinamiento, está siendo un tema muy tratado en todos los foros. Precisamente por eso, también hemos de tenerlo en cuenta a la hora de elaborar medidas eficaces para el proceso de desescalada inminente.
Estamos ante la pandemia más dura del mundo moderno. Algo que no esperábamos que pudiese suceder en pleno siglo XXI. Sin embargo, las medidas que entre todos hemos llevado a cabo, unido al trabajo en primera línea de un buen numero de profesionales de la salud, la alimentación la seguridad y otros servicios esenciales, está haciendo que la situación vaya siendo controlada. Nuestro agradecimiento a todos ellos. En este punto, la desescalada progresiva de las medidas asumidas es el siguiente paso.
El contacto humano, sin duda, se va a ver afectado a partir de ahora. Especialmente durante este proceso de vuelta a la normalidad. O a la nueva normalidad, como se repite desde las autoridades. Por supuesto, la forma más intensa de contacto humano es el sexo. Toda nuestra sexualidad en su conjunto se basa en nuestra relación física con otros humanos.
En este estado de cosas, la desescalada supondrá tomar un primer contacto, progresivo, con el mundo. Con las personas. Pero hemos de guardar algunas medidas de seguridad para evitar contagiar o ser contagiados, según proceda. Así, limitar o eliminar los besos con lengua, por ejemplo, es algo necesario. De la misma manera que lo será evitar las posturas sexuales que impliquen un cara a cara con nuestra pareja sexual. Al menos eso es lo que voces autorizadas están diciendo para prevenir el contagio de la temida Covid-19.
Dado que la mayor concentración del virus en una persona contagiada parece estar en la saliva, la introducción de este elemento en nuestros juegos sexuales puede ser algo extremadamente imprudente. Podemos considerar una excepción a las parejas que, sin síntomas y sin haber pasado la enfermedad, han pasado el confinamiento juntos.
Hemos de destacar que, a pesar de no presentar síntomas, una de las personas involucradas en los juegos sexuales puede estar infectada. Por lo tanto, hacer que la saliva no form parte de estos juegos ni de forma voluntaria ni accidental es absolutamente necesario. Un buen número de posturas nos permiten hacerlo.