El escroto esconde un par de razones que, entre otras cosas, garantizan la supervivencia de la especie. Así que, desde este momento, mostramos nuestro más sincera admiración a tan abnegados apéndices. Y es que, aunque en los juegos sexuales no sean tenidos en demasiada consideración, no hemos de olvidar que los testículos son parte de nuestro sistema reproductor pero, también, pueden serlo de una intensa sesión de placer si, junto con el escroto, decidimos invitarlos a la fiesta.
Lo cierto es que, si vamos un poquito más allá de lo que son las características físicas del escroto y los testículos y de que los tengamos en cuenta más o menos para que participen en nuestros juegos sexuales, algunos de los problemas que un varón puede tener relacionados con la salud sexual pueden venir por aquí. Así que vamos a dedicar nuestro espacio de hoy a hablar sobre un problema relacionado con ellos.
Los testículos, como ya sabemos, han de pasar la mayor parte de su trayectoria a una temperatura inferior a la del resto del cuerpo. La creación de espermatozoides así lo precisa. Por eso, la sabia Naturaleza les ha provisto de una bolsita especial, el escroto, que les permite habitar en el exterior. A diferencia del resto de órganos humanos. Sin embargo, durante la gestación fetal, la formación de los testículos se producen en el interior del abdomen. Solo descienden hasta el lugar que deben ocupar poco antes de producirse el parto. A veces, bien uno o los dos testículos, no realizan este recorrido. A este problema lo llamamos criptoquidia.
Esto sucede con mayor frecuencia en bebés prematuros, como parece lógico que así sea. En realidad, se trata de un problema que se da en muy pocas ocasiones pero, a veces, se da. Se suele diagnosticar con un sencillo examen físico inmediatamente después del nacimiento de la criatura. En un porcentaje muy elevado, antes de los primeros seis meses de vida, los testículos se alojan en el escroto sin ninguna intervención de ningún tipo. Si no ocurre esto, habrá que realizar una pequeña intervención quirúrgica que impedirá daños mayores.