¿Sabes cómo preparar tu cuerpo para el sexo? Hoy vamos a hablar de ello. Antes de mantener un encuentro sexual es preciso realizar unos preparativos que hagan que nuestro cuerpo esté en perfectas condiciones para disfrutar de nuestra sesión sexual y para que nuestra pareja también lo haga.
Por supuesto que, en este tema como en cualquier otro relacionado con el sexo, los gustos pueden ser muy diferentes dependiendo de la persona. Debemos adaptarnos, pues, a nuestros propios gustos pero, sin duda, también a los de nuestra pareja. Coincidir es simple positivo pero es algo que no siempre sucede.
No debemos olvidar que las posibilidades que se pueden dar son muy diferentes. A modo de ejemplo, podemos destacar que algunas personas prefieren encontrarse a su amante recién salido del baño y perfumado. Sin embargo, para otras personas la situación ideal es encontrárselo recién salido del baño pero sin perfume. Otros pueden preferir encontrárselo limpio pero no directamente desde la bañera o la ducha. Incluso algunas personas pueden preferir encontrarse a su pareja ligeramente sudoroso
El párrafo anterior detalla perfectamente la variedad que puede darse en una situación tan sencilla y cotidiana como la planteada. Dado que el sexo puede darse en situaciones tan variadas y complejas como queramos imaginar, podemos hacernos una idea de la cantidad de posibilidades y opciones que tenemos delante de nosotros.
Por lo tanto, una vez más, no hay recetas. Lo único que debemos hacer es balizar cuáles son nuestros gustos y deseos. Analizar los gustos y deseos de nuestros pareja. Una vez reflexionado sobre ellos, elaborar una lista de tareas que permitan preparar a nuestro cuerpo para el sexo de acuerdo a nuestro pormenorizado análisis.
No hemos de olvidar en ningún momento que no existen estándares para el sexo. Se trata de una actividad donde la fantasía y la imaginación juega un papel tan importante que resulta totalmente imposible trazar unas líneas regulares que gusten a todo el mundo. Precisamente por eso, también en lo relativo a la preparación del cuerpo para el sexo, hemos de considerar nuestros gustos y deseos, los de nuestra pareja y poco más.