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Algunos mitos sobre el sexo lésbico

Existen un buen número de mitos sobre el sexo lésbico. Eso es un hecho. Todos sabemos que existen sobre el sexo en general. No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor y abrir bien ls oidos para toparnos a diario con ellos. Como no podía ser de otra manera, el sexo lésbico no es una excepción. Hoy vamos a ocuparnos de desmentir algunos de ellos.

Algunos mitos del sexo lésbico se han propagado de forma muy extensa y han fortalecido los estereotipos. Incluso sin tener ninguna base. Afotunadamanete, las protagonistas del asunto están enterrados bajo el edredón, ocupadas en otras cosas más interesantes.

Que el sexo de una mujer con otra mujer deba ser esencialmente el mismo que el de hombre con mujer, es decir, genitales juntos en todo momento, no es mas que un mito sin ningún sustento. Mucho menso que, en ausencia de pene, las mujeres  deban frotarse los coños y fingir. Evidentemente, esta es una opción. Sin embargo es de las menos frecuentes en el sexo lésbico.

Que el sexo lésbico tenga que ver con la penetración es otro de lso mitos a desmontar. Pareciera que la penetración fuese el único propósito del sexo. Para penetrar tu vagina. Nunca se tiene en cuenta un hecho: que la mayoría de las mujeres no tienen un orgasmo a través de la estimulación del interior de la vagina.

Otro de los mitos del sexo lésbico es que las mujeres  froten sus pezones sensualmente como lo hacen en algunas revistas eróticas. Eso no sucede. No forma  parte importante del sexo lésbico. Ninguna de las mujeres se ríe histéricamente si esto sucede.

Otro de los mitos a desmestir es que todo el sexo lésbico se lleve a cabo en lencería sexy. Siempre entre mujeres sin vello púbico y, preferiblemente, con el ano blanqueado. Pues no. Las mujeres que tienen relaciones lésbicas responden a todo tipo de morfologías y de gustos respecto a depilación. Las combinaciones que podemos enceontrarnos, como se puede supnoer, son infinitas.

Otro mito del sexo lésbico tan extendido como ridículo es que que las lesbianas no solo tengan novios, sino que les inviten a mirar e, incluso, a unirse. Quizás se piense que nadie sabe cómo hacer el sexo como lo hace un hombre.

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