A más sexo, más felicidad. Esto es así desde siempre. Las personas son más felices y reportan más significado en su vida en los días que tienen sexo. La investigación sugiere que el sexo podría ser bueno para nosotros de muchas maneras. Por ejemplo, los estudios han encontrado que, entre los hombres, los orgasmos frecuentes están relacionados con un mejor funcionamiento del sistema inmunitario. Pero, además, con un menor riesgo de cáncer de próstata y un menor riesgo de muerte prematura.
Pero no todo acaba ahí. Además, la investigación ha encontrado que la actividad sexual frecuente se asocia con una mayor memoria entre los adultos mayores, tanto hombres como mujeres. Más allá de estos posibles beneficios físicos y cognitivos, un nuevo estudio en la revista Emotion sugiere que el sexo también podría ser bueno para nuestra salud mental y nuestro bienestar.
En este estudio diario de tres semanas, 152 estudiantes universitarios, con una edad promedio de 24 años, proporcionaron informes diarios sobre sus actividades sexuales y respondieron preguntas sobre su bienestar mental. Específicamente, los estudiantes informaron sobre cuánto sentido percibían a la vida. También sobre asus niveles actuales de estado de ánimo positivo y negativo. Lo que los investigadores querían ver era cómo la actividad sexual en un día predecía el bienestar mental en los días posteriores.
Cuando los participantes tuvieron relaciones sexuales, informaron ganancias en el bienestar mental al día siguiente. En particular, sintieron más significado en la vida y experimentaron estados de ánimo más positivos y menos negativos.
Sin embargo, no era solo el sexo lo que importaba. La felicidad no solo depende de la cantidad. La calidad del sexo también parecía contar para algo. Específicamente, cuando las personas calificaron el sexo como altamente placentero, reportaron incluso mejores estados de ánimo al día siguiente. Sin embargo, la calidad del sexo no estaba relacionada con el significado en la vida.Una pregunta lógica que algunas personas podrían tener sobre estos resultados es si el sexo predice un mejor bienestar mental. O si el bienestar positivo predice más sexo. En otras palabras, ¿podría ser que la dirección de los efectos vaya en sentido contrario? Los investigadores probaron esta posibilidad y, curiosamente, encontraron que la felicidad no predecía la actividad sexual en los días posteriores. Esto sugiere que el flujo va principalmente del sexo al bienestar, a diferencia de lo contrario.