La calidad es más importante que la cantidad. Al menos, cuando se trata de sexo. ¿Qué hace que una relación de pareja sea satisfactoria? Estudios anteriores han encontrado que las parejas que tienen relaciones sexuales con más frecuencia tienden a ser más felices. En otras palabras, cómo nos sentimos acerca de nuestras relaciones parece depender, al menos en parte, de la cantidad de sexo que estamos teniendo.
Sin embargo, esos estudios no necesariamente tuvieron en cuenta tanto la cantidad como la calidad del sexo de manera simultánea. Este aspecto nos puede haber dado una idea equivocada acerca de cómo la frecuencia sexual está relacionada con la satisfacción de la relación. De hecho, un estudio reciente publicado en Archives of Sexual Behavior sugiere que el sexo frecuente no es tan importante como el buen sexo. Al menos cuando se trata de cómo se sienten las personas con respecto a sus relaciones de pareja.
En este estudio, los investigadores analizaron datos de 168 parejas casadas de diferentes sexos. Todas fueron encuestadas cuatro veces en un período de 13 años. El estudio tuvo lugar en los años 80 y 90 y comenzó cuando los participantes comenzaban su relación. A lo largo del estudio, se preguntó a ambos partes de la pareja periódicamente sobre sus relaciones y vidas sexuales.
Los investigadores analizaron específicamente cómo se relacionaba la satisfacción general en la relación de pareja con la frecuencia con la que las parejas informaban tener relaciones sexuales. También se analizó cuán satisfechos estaban con su vida sexual y el grado en que cada pareja se involucraba tanto en conductas emocionales positivas y comportamientos emocionales negativos.
Cuando se consideró en conjunto, la frecuencia sexual no estaba relacionada con la satisfacción de la pareja ni para ellas ni para ellos. Por el contrario, ambas personas estaban más satisfechas con surelación de pareja en la medida en que sentían que sus vidas sexuales eran buenas.
En definitiva, tal y como podíamos prever, en materia sexual tiene una mayor importancia la calidad que la cantidad. Practicar mucho sexo está bien, pero es mucho mejor practicar un sexo de alta calidad. De hecho, parece que lo que resultaría absolutamente ideal sería practicar mucho sexo de alta calidad.