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La obesidad y la sexualidad en los varones

La obesidad y la sexualidad en los varones pueden no llevarse muy bien. De hecho, el sobrepeso es algo que suele influir tanto en la vivencia sexual como en la respuesta erótica. Esto sucede por deiferentes motivos. En realidad, supone un probelma a dos niveles diferentes. En primer lugar si tenemos en cuenta tanto la salud como la estética. No hay que olvidar que los fatores de riesgo cardiovascular que presentan los varones obesos son importantes. Además, por otro lado, un buen número de hombres obesos tratan de evitar mantener relaciones sexuales para evitar enfrentarse a su físico.

La obesidad puede, en sí misma, ser la causa de una disfunción eréctil. Cuando el nivel de sobrepeso en un varón resulta excesibo, los trastornos endoteliales que se producen en los cuerpos cavernosos del pne pueden llegara  producir alteraciones metabólicas y vasculares. Todo esto se puede traducir en hopertensión arterial, colesterol y triglicéridos elevados.

El desarrolo de la diabetes de tipo 2 está claramente asociada a la obesidad. De hecho, se trata de uno de los principales factores de riesgo para su desarrllo. Lo mismo sucede con el hipogonadismo, que llegan a peoducir un descenso en los nivelels de testosterona que pueden llegar a acabar con la disfunción eréctil. Se puede producir tanto por los mecanismos hormonales como por el daño a nivel vascular que produce la alteración de la screción de sustancias que pueden lesionar los vasos sanguíneos del pene.

Asociado a descenso de a cantidad de hormonas está la disminución del deseo sexual. Sin duda, la influencia de la obesidad en los niveles de testosterona del indivíduo es grande. De hecho, el aumento de la grasa corporal llega a provocar una importante disminución de esta hormonoa por la transformación de los andrógenos.

No cabe ninguna duda de que la obesidad, en sí misma, especialmente para los varones, llega a ser un gran problema. Sobre todo por als consecuencias a nivel de salud que nos llegan a ocasionar. Cuando estamos en esta situación, lo mejor que podemos hacer es ponernos en manos de un especialista. No olvidemos que las dieta milagro no existen.

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