La copa menstrual es un invento bastante ingenioso. En las raras ocasiones en que se provoca una fuga o cualquier otro problema, se debió a una colocación incorrecta o al uso de una copa del tamaño incorrecto. Como era de esperar, tienen forma de copa. Al doblarla e insertarla en la vagina , la copa menstrual se abre para encajar y sellar la abertura del cuello uterino.
Luego, durante el período, la sangre se recolecta dentro de la copa menstrual. Esta sangre se vierte y luego se enjuaga por el baño. Hay un pequeño vástago o nodo en la parte inferior de las copas menstruales para ubicarlo y extraerlo sin complicaciones.
De acuerdo con la Red Ambiental de Mujeres, una mujer 11.000 productos menstruales desechables durante su vida. Más de 200.000 toneladas de desperdicios son causados por esto. Por los tampones, las compresas y las bragas que terminan en vertederos.
Bueno, no todo termina en un vertedero. En 2010, una limpieza de playas del encontró un promedio de 23 compresas y 9 aplicadores de tampón por kilómetro de costa. Sorprendente, ¿No os parece?
Las copas menstruales obviamente, contribuyen a que los vertederos y residuos ambientales tengan una escala mucho menor. De hecho, como las copas menstruales están hechas de silicona, debes verificar si son reciclables una vez que has dejado de usarla. Con el cuidado adecuado, una buena copa menstrual debería durar años, pero una vez que llegue a ese punto, se ha de consultar con el centro de reciclaje local sobre el reciclaje de artículos de silicona.