Resaltar la sensualidad propia es algo a lo que todos podemos aspirar. Cualquier persona es capaz de mostrar sensualidad al mundo exterior. Cualquiera. Para alcanzar una sexualidad plena, además, hemos de saber aprovechar nuestras capacidades. Sacarle el máximo rendimiento a nuestro potencial. Así, de paso, estimulamos nuestra autoestima. Cosa que nunca viene mal. Resaltar la sensualidad que ya tenemos es el secreto. EL mejor guardado.
Todos sabemos que si nos sentimos bien con nosotros mismos todo va mejor. Sentimos que nada puede ir mal. Nos hacer entregarnos sin prejuicios. Hace que olvidemos las inhibiciones. El resultado es que nos encontramos mejor. Tanto a nivel fisico como a nivel psíquico. Y eso, evidentemente, es bueno. Tanto que nos ayuda a seguir creciendo. Y, finalmente, ese es el objetivo más importante.
La vista es el sentido que, probablemente, más utilicemos. Pero, la vista, además, puede ser una de nuestras más potentes armas de seducción. Y es que nuestros ojos suelen ser capaces de expresar todo tipo de emociones y sentimientos. Una buena manera de resaltar la sensualidad propia es utilizar apropiadamente la mirada. Y no deberíamos nunca olvidarnos de hacerlo de una forma elegante.
Nuestro sentido del olfato está especialmente desarrollado. Por eso destacamos tanto olores aparentemente neutros como el olor a limpio o el lolr a tormenta. También el olfato nos puede ayudar a resaltar la sensualidad propia. Los perfúmenes pueden ayudarnos. Pero también un buen aceite de masaje o una vela de incienso que nos ayude a generar el clima adecuado para el sexo. Las posibilidaes en este sentido son muchas. Haríamos bien en explorarlas en profundidad.
La lengua y los labios tienen mucho que decir en el sentido del gusto. Por supuesto. De eso no tenemos ninguna duda. Pero además, debido a la gran cantidad de terminaciones nerviosas que tenemos en esas zonas y por las papilas gustativas situadas en la lengua, la aportación de este sentido a la hora de ayudarnos a resaltar la sensualidad propia puede ser tremendamente positiva. Su uso en el momento justo y en el lugar adecuado puede hacer que todos nuestros encantos afloren de golpe.