La gastrosiexta es lo último en tendencias cool. Vivimos en el mundo de las prisas. De la falta de tiempo. De la urgencia por hacer un montón de cosas que no caben en el día. Por eso resulta cada vez más importante unir diferentes conceptos. Hacer que se combinen entre sí diferentes actividades y unirlas en un mismo periodo de tiempo. De esta manera, la falta de espacio temporal para llevarlas a cabo ya no ha de suponer un problema. De esta idea general podemos decir que surge la gastrosiexta.
La gastrosiexta, pues, es la combinación de tres cuestiones que están en el imaginario colectivo como absolutamente relacionadas con el placer. Se trata de unir una buena comida con una buena siesta y una buena sesión de sexo. No me digas que no suena bien. No existen tres actividades más placenteras para el ser humano que comer, dormir y mantener relaciones sexuales. Se trata de unirlas para ahorrar tiempo, por un lado, y para potenciarlas entre sí, por otro.
Resulta totalmente necesario planificar una buena cita con tu pareja sexual. Eso, desde luego, debe ser el primer paso. Luego, resulta buena idea no improvisar y elegir un menú a la altura de las circunstancias. Podemos elegir entre todas las posibilidaes que se nos ocurran pero, básicamente, la elección está entre comer en casa o hacerlo fuera. En ambos casos podemos hacer de la cominda algo realmente especial. Lo último, para completar el plan de la gastrosiexta, consiste en un lugar tranquilo y cómodo para practicar los nobles actos de la siesta y el sexo. El orden lo decidiremos según nuestro criterio. Naturalmente.
La combinación entre gastronomía, siesta y sexo no deja indiferente a nadie. Resulta verdaderamente difícil imaginarse un plan mejor. Tras una estupenda cita culinaria podemos ir a dormir la siesta para, después, tras una ducha, rematar con una buena sesión de sexo. Sin embargo, ahí entran las preferencias personales. Hay quienes prefieren mantener sexo antes de la siesta. Otros lo prefieren antes y después. Todo es cuestión de gustos. y de preferencias. De eso no cabe la menor duda.