¿El sexo tiene olor? Planteada la pregunta de esta manera, las respuestas pueden ser muchas. Podríamos, por ejemplo, irnos por una planteamiento metafórico del asunto. De esta manera imaginaríamos cuerpos etéreos que desprenden sensaciones que nos envuelven a todos los niveles. Podríamos también, irnos por el camino más mundano e inclinarnos por la falta de higiene genital. Sin embargo, también podemos elegir una vía que no es la una ni la otra para entender qué es el olor del sexo. Aquello de relacionar el encuentro sexual con determinados estímulos olfativos.
En realidad, hay gente que siente ese olor a sexo y acaba pensando que se trata de algo que resulta producto de su imaginación. Sin más. Sin embargo no se trata de algo producto de la imaginación de nadie. El sexo tienen olor Por supuesto que lo tiene. Y se trata de algo totalmente natural que se produce por una combinación de cuestiones físicas y químicas.
Es inevitble que dos cuerpos en contacto y continua rozamiento no produzcan determinados fluídos. También resulta inevitable que esos diferentes fluídos acaben combinándose de determinada manera. Los fluídos principales de los que estamos hablando son el sudor, el semen, el flujo vaginal. Sin embargo, no son los únicos. Pequeños restos de orina y, en ocasiones, algo de sangre pueden ser otros líquidos que, en alguna proporción, formen parte de la propuesta.
El PH del semen es alto. Lo que quiere decir que su composición es alcalina. En cambio, con la secreción vaginal sucede lo contrario. Cuenta con un PH bajo. Por lo tanto, estamos ante una composición ácida. Precisamente este es el olor más potente que se produce durante un encuentro sexual. La reacción química que produce la combinación de las diferentes es la que provoca el principal olor del sexo.
Además, este potente olor suele mezclarse con otras sustancias, como adelantábamos en párrafos anteriores. La combinación de estas diferentes sustancias es la que dota cada encuentro sexual de matices diferentes. Al menos en lo que se relaciona con el sentido del olfato. De ahí la variedad que percibimos aunque con un denominador común.