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Los masturbadores masculinos

Los masturbadores masculinos nos ofrecen un buen número de alternativas. No solo son las mujeres las que disponen de una amplia gama de masturbadores. Cada vez la oferta de juguetes sexuales es más extensa. Afortunadamente, esta gran variedad va encaminada tanto a las juegos en solitario de hobmres y mujeres como a los juegos de pareja. Hoy haremos una pequeña introducción, nunca mejor dicho, al mundo de los masturbadores masculinos.

En realidad, los grandes tipos de masturbadores masculinos son tres. Cada uno de ellos trata de replicar una cavidad de la anatomía femenina. ¿Adivinas cuáles? Efectivamente, la boca, la vagina y el ano. De esta manera, podemos hablar de masturbadores vaginales masculinos, de masturbadores bucales masculinos y de masturbadores anales masculinos.

Todos ellos, cuentan con una fabricación en materiales de primera calidad. Se trata de materiales extremadamente suaves y, en algunos casos, con una sensación de realismo exagerada. La tecnología acutal permite una recreación muy fiel de la realidad. Para su uso, resulta recomendable utilizar lubricante con base de agua. De esta manera, la sensación de lubricación incidirá en el placer obtenido. Por supuesto, además, el pene se deslizará mejor.

Otra de las opciones que tenemos a nuestra disposición son las fundas mastrubadoras. Sirven, como podemos imaginar, para masae¡jar el pene. Sin embargo, los masturbadores facilitan una sensación mucho más real.

En ambos casos, tanto en el de las fundas como en el de los masturbadores, la necesidad de una higienen estricta y rigurosa es fundamental. También su almacenamiento en un lugar con poca humendad es necesaria. En el caso de que se trate de un aparato con pilas, es necesario que, al guardarlo, se las retiremos previamente. De esta manera nos ahorraremos algunos problemas que nos podrían dar estos juguetes y que, siendo rigurosos con estas sencillas instrucciones, se evitan radicalmente.

La oferta, pues, en masturbadores masculinos es cada vez más grande. La elección del aparato que mejor nos va, por supuesto, depende de cada uno. Lo que a una persona le causa un inmenso placer puede no ser suficiente para otra. Tal y como sucede en todas y cada una de las cuestiones relacionadas con el sexo.

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