El sexo telefónico es, quizás, la mas vieja de las formas de sexo que han traído las nuevas tecnologías. El sexo telefónico es tan legítimo como una relación sexual al uso. Cada vez son más frecuentes este tipo de prácticas. No nos debe sorprender si encontramos que la idea nos sugestiona. No debe asustarnos que a nuestra pareja le ponga caliente que le susurremos palabras subidas de tono al oído vía telefónica. El sexo telefónico es una realidad.
Bueno, vamos por partes. Lo primero de todo es dejar clara una cosa. En la sexualidad no hay nada que sea o deje de ser normal. ¿Quién ha definido la normalidad? ¿Quién decide qué está permitido y qué no? Mientras los implicados en la actividad estén de acuerdo y en igualdad de condiciones no debería haber ningún problema. Se trata de que ambos exploren sus límites.
Si notas que te gusta que tu pareja te llame por teléfono y te diga todo lo que le pone caliente… pues adelante. Vamos a darte a continuación una pequeña lista con las ventajas de esta práctica.
En primer lugar, el seo telefónico os ayuda a conoceros mejor. Sí, puede que pienses que se profundiza más charlando y tomando un café. Sin embargo, seguramente en esta situación no te explicaría lo que más le gusta en la cama. A través del teléfono es más fácil desinhibirse.
El sexo telefónico ayuda a desarrollar la imaginación. La relación, así, corre menos riesgos de estancarse. Uno de los problemas de las parejas de larga duración es que pueden caer en el aburrimiento. Probando nuevas actividades sexuales se favorece la buena marcha de la pareja.
Por supuesto, en caso de necesidad es una buena manera de combatir la distancia. Si habéis de soportar alguna separación forzosa de unos días es una gran manera de conservar la pasión en la relación. Posiblemente os hubiese gustado más estar juntos. Sin embargo, si lo consideramos como solución temporal no está nada mal. Es más, la separación puede resultar hasta gratificante. El sexo telefónico ayuda a aliviar el estrés producido por la distancia. De eso no cabe ninguna duda.