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Preámbulos para un sexo explosivo

Los preámbulos son fundamentales para el buen sexo. Si queremos una relación sexual mediocre, no hemos de preocuparnos. Sin no es así y queremos que nuestra sesión de sexo sea totalmente explosiva, mejor tenerlos muy en cuenta. Hay herramientas sencillas y eficaces para desarrollar maestría en los preludios sexuales. Se trata de alcanzar el éxtasis sexual y la intimidad emocional. De eso no cabe duda. Vamos a contaros algunas de ellas.


El escenario puede resultar esencial. Crear un ambiente de tranquilidad, sin ruidos ni interrupciones para realizar los juegos sexuales es ideal. La luz y la música ha de estar a vuestro gusto. Así como otro tipo de   preferencias, como la comida, entre otros detalles. Este tipo de detalles son importantes a la hora de preparar los preámbulos sexuales.

Los besos deben estar en cualquier sesión de sexo. Fundamentalmente en los preámbulos. Comienza desde el beso más inocente hasta llegar a un profundo beso francés. Luego, basta con mantener el nivel. Lo más importante es comenzar de una forma muy suave. Poco a poco, deberemos ir subiendo la intensidad.

Al principio, se puede estar de pie. Pero el hecho de sentarse o, mejor aún, de irse a la cama facilitará mucho la realización de los juegos previos. La comodidad resulta una buena aliada. Por cierto, hay que tener una cosa muy clara: no hay que olvidar que en base a la intensidad de los besos se demuestra la intensidad con la que se quiere jugar.

Los preámbulos deben estar llenos de caricias. Al principio, hay que tratar de tocarse todo menos los genitales. Deja que sea el cuerpo el que pida la caricia. No te precipites. Cada persona tiene sus puntos especiales que hay que saber detectar y estimular. De todas maneras, la comunicación es esencial. Mientras tu pareja recorre tu cuerpo, dile que parte de tu cuerpo te excita más. ¿No te parece?

Masturbarse siempre provoca un gran nivel de excitación. De la misma manera que lo hace ver al otro  masturbarse. En cualquier caso, hacedlo de forma progresiva. Modifica de cuando en cuando la manera de estimularte y el ritmo. Recuerda comenzar de forma lenta para ir subiendo, progresivamente, la intensidad. Sin lugar a dudas, esta receta funciona en todas las circunstancias imaginables.

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