Tener fantasías sexuales es una forma que tiene nuestro cerebro de dejarse llevar. De liberarse del día a día. Sin embargo, muchas veces no las podemos controlar. Son todo un misterio para la mente humana. ¿Todos fantaseamos con las mismas cosas? ¿Por qué a veces tenemos muchos sueños eróticos en poco tiempo? ¿Por qué ahora que tengo pareja fantaseo con tener sexo con otra persona? La mente nos juega buenas y malas pasadas. Las fantasías sexuales, también.
Un trío es la fantasía sexual más popular. Aunque cada persona tiene sus deseos, un sueño erótico muy común es hacer un trío. Hombres y mujeres fantaseamos con un excitante ménage à trois que puede incluir, o no, a nuestra pareja actual.
Las mujeres se implican emocionalmente en sus fantasías. Un estudio publicado en el magazine Psychological Bulletin revela que las mujeres se implican emocionalmente en sus fantasías. Son capaces de llevarlas más allá del sexo.
Los hombres quieren hacer realidad sus fantasías. No se conforman con tenerlas. Una encuesta sobre este particular ha revelado que los hombres tienen deseos más variados que las mujeres. Además, ellos tienen muchas más ganas de hacer realidad sus fantasías sexuales. Sin embargo, las mujeres se conforman con tenerlas en la cabeza.
Las fantasías de rol ganan posiciones. Hasta hace poco, las fantasías de rol estaban reservadas a ámbitos clandestinos o lugares muy privados. Actualmente, se está avanzando y ya empieza a ser una práctica frecuente por parejas. Sobre todo, se da en las franjas de edad 45-60 años. Cuando empieza a ser hora de despertar nuevos incentivos eróticos.
Que la ropa interior es un sugerente sexual intenso no hay lugar a dudas. Eso ha sido así en todas las épocas y lugares. La lencería femenina es un reclamo excelente para cualquier tipo de encuentro sexual. Por supuesto. Además de una garantía de éxito. Ahora está empezando a alcanzar un estatus parecido la ropa interior masculina.
Otra opción que también está ganando adeptos es la ausencia de ropa interior. Tanto en ellas como en ellos. Para ellas, desear que su hombre vaya sin slip es una elemento que aumenta el deseo femenino. Parece que está vinculado con el sexo público o los coitos rápidos.