La salirofilia es el fetichismo por la saliva y sudor. En ambos casos se trata de fluídos corporales ricos en sal. Puede manifestarse de dimerentes maneras. Algunas de ellas incluyen la atracción intensa o el deseo sexual por lamer a alguien o, incluso, a algún objeto erótico. En otros casos, la lascivia puede estimularse al ser lamido por otras personas. También existen otros casos. En ellos, el estímulo sexual viene de la observación de otros lamiendo o siendo lamidos. Por último, puede darse también situaciones en las que la salirofilia se a provocada por observar como suda otra persona o, inlcuso, por sentir el olor a sudor de ciertas personas. En realidad, estas son las prácticas de las que se tiene conocimiento, pero las variaciones sobre estos mismo elemento que se pueden dar son relamente elevadas.
Como en otras parafilias, esta atracción no es necesariamente indiscriminada, ya que se usa para restringir la atracción por la sudoración y la saliva en ciertos contextos y ciertas personas. En general, durante los preliminares o durante el acto sexual en sí mismo, alguien se siente puede sentir atraído por llevar a cabo esta práctica. Es decir, no significa que la persona tenga atracción por sudar, por lamer a cualquier persona o en cualquier contexto o por todas las posibilidades. Sino que se puede dar el caso de que se despierte esta necesidad en un momento sexual puntual. Curioso, ¿no? Sin duda.
Este fetiche puede incluir el uso de saliva como lubricante genital para facilitar la penetración. La atracción por el sudor puede ser causada por las feromonas. Aunque también hay autores que señalan que no tienen que tener, necesariamente, relación con ellos.
Una curiosidad. Desde un punto de vista etimológico, se ha de señalar que, a diferencia de la inmensa mayoría de los términos que describen el resto de parafilias, este término no proviene del griego. Cosa que es altamente excepcional. Salirofilia proviene del idioma francés. En este idioma «salir» significa ensuciar. El término «filia», como ya sabemos, sí que provienen del griego y significa amor. De forma que juntando ambas expresiones tendremos «amor por ensuciar». Ahí queda eso.