El coitos interruptus es una mala idea. Te pongas como te pongas. También es conocido como retirada, marcha atrás o por su locución latina científica. Es una variante del coito. En ningún caso se trata de un método de contracepción. Algunos tratan de utilizarlo como tal, pero los resultados suelen ser pésimos. Es la variación en la que durante las relaciones heterosexuales, el hombre retira el pene antes de eyacular. El semen se dispersa, supuestamente, fuera de la vagina. El coitus interruptus, en ningún caso protege ni contra embarazos no deseados ni contra la transmisión de ETS. Es, sin duda, una mala idea.
Como método anticonceptivo es poco fiable. Fracasa entre el 15 y el 40% de los casos. Además, suele generar insatisfacción sexual en la pareja y crear ciertos problemas psicológicos. Fracasa entre otras cosas porque no se puede garantizar que el líquido preseminal no contenga ningún espermatozoide.
El hombre no siempre tiene suficiente autocontrol para poder contenerse a tiempo. Esta práctica, como intento frustrado de método de anticoncepción es uno de los más antiguos. A pesar de todo, era usado por unos 38 millones de parejas en todo el mundo en 1991. Una pena.
La forma de practicar el coitus interruptus que, en ningún caso, recomendamos, sería comenzar la penetración de forma normal para, instantes antes de producirse la eyaculación del varón, proceder a la retirada del pene del interior de la vagina. Ha de hacerse, siempre, antes de la eyaculación. Ahí radica uno de los problemas. El más importante. Sin duda.
El semen se puede verter, por ejemplo, sobre los pechos de la mujer. Existen alternativas como hacerlo sobre el ano o sobre el vello púbico. En el caso de que ser rociada con semen no sea una práctica deseada por tu pareja, siempre puedes echárte lo en las propias manos o acudir a la alternativa de las cortinas. La respuesta de la pareja convencional suele ser más violenta cuando se hace uso de las cortinas que cuando se utiliza su cuerpo como recipiente. En cualquier caso, esto ya es una valoración que ha de llevar a cabo cada cual. Lo que sí ha de quedar claro es que insistimos en que esta práctica no es nada recomendable.