El striptease es una técnica de seducción muy practicada y eficaz. Te proporcionamos las ideas básicas para que lo hagas en casa con plena satisfacción para todas las partes. ¿Has hecho algún striptease en su pareja alguna vez? ¿No? Pues es una técnica de seducción excitante y divertida que hará que la complicidad con tu pareja aumente. Por cierto, en un striptesase no tiene por qué ser, necesariamente, la mujer la que se quite la ropa. Las posibilidades son variadas.
Si quieres hacer un striptease en casa debes tener en cuenta algunos factores para que no sea un desastre. La línea entre la sensualidad y el ridículo es bastante estrecha en este caso: puedes estar excitando enormemente a tu pareja y al segundo siguiente puedes haberle provocado un ataque de risa al intentar quitarte los calcetines.
Para conocer los secretos para hacer con éxito un striptease casero, sigue leyendo la página y ponlos en práctica. De la misma manera que hay que saber recrear el ambiente adecuado, también tienes que vestir de manera sensual. Ponte complementos que alarguen un poco el tiempo en desnudarse y evita cierres difíciles, cordones que no se desatan.
Para crear ambiente baja las luces, pon velas o esencias olorosas. Crea un ambiente íntimo y sensual, no te pongas a quitarte la ropa con el fluorescente de la cocina como principal iluminación. Usa ropa sexy. si es muy sexy, mejor. Escandalosamente sexy.
Del mismo modo que deberás crear ambiente, también tienes que vestir de manera sensual. La comodidad a la hora de desnudarse resulta muy importante. Usa ropa cómoda. No te olvides.
Trata de seducir. Mira a tu pareja a los ojos, acércate, sonríe, no te quites tú toda la ropa, deja que la tra parte también participr activamente. Se trata de seducir. No es necesario hacer la mejor coreografía del mundo. Tenlo en cuenta.
Es importante planificar cómo acabarás tu striptease. Puede ser en la cama, en la bañera, en el sofá o encima de la mesa. Pero si de repente os da un arrebato de pasión, déjate llevar y no te empeñes en seguir el guión. La espontaneidad resulta fundamental. ¿A que sí?