Cuando una situación previa de problemas de erección en el transcurso de una relación sexual, tal y como la que se indicaba en la entrada anterior, provoca que el hombre comience las relaciones sexuales con miedo por si acas,o vuelve a pasar lo mismo, es cuando se empieza a establecer el problema estable y es cuando el trabajo emocional será imprescindible para asumir que no es tan importante y que se puede volver a confiar en las propias habilidades sexuales.
Yo pensaba que esto de la «crisis de los 40» en los hombres era una milonga. Pero resulta que no. Que aunque no existe, ni moucho menos, una base científica, o yo no he sido capaza de encontrarla, sí parece que, alrededor de los 40, los hombres atraviesan una época de conflicto interno que les lleva a estar en una crisis más o menos aguda. Es algo así como «de acuerdo, estoy a la mitad de mi vida, ¿qué he hecho hasta ahora? ¿Qué quiero hacer con los años que vienen por delante? «. De pronto ya no nos vemos tan jóvenes, empezamos a ver una supuesta bajada y s’nos agobiamos, de forma inevitable. Obviamente no todos, claro. Pero muchos sí.
Imagínate que un hombre, en este momento de «crisis personal», tiene un problema de erección como el que contábamos antes. Lo más probable es que el pensamiento comience a ser más bien destructivo: «me hago mayor», «soy viejo», «ya no funciono como antes». En realidad, puede llegar a ser un drama que solo hará que, seguramente, en las próximas relaciones sexuales el incidente se vuelva a repetir debido a los nervios y, de esta forma, se terminará de confirmar la temida teoría.
¿Qué puedes hacer para evitar los problemas de erección a partir de los 40? Por supuesto, hay algunas cosas que se pueden hacer para intentar que la frecuencia con la que aparecen los problemas de erección sea menor:
– Dejar de fumar: si con más de 40 años fumas, es muy posible que empiece a afectarte a muchos niveles. A nivel sexual también.
– No beber alcohol si sabes que tienes que tener una relación sexual: el alcohol y el sexo no son buenos amigos.
– Cuidado con el deporte: Si hace sdeportes de impacto, es posible que tu suelo pélvico esté un poco laxo.
– Hazte analíticas completas cada poco: desajustes hormonales, hipertensión, diabetes y colesterol.