Vamosa finalizar la serie de entradas dedicadas a la parafilia haciendo un pequeño recorrido por algunas de las más habituales. Para ello vamos ha publicar una relación de enumeración de las parafilias más conocidas y a describir, de una forma somera, en qué consiste este tipo de práctica sexual. Algunas son realmente extrañas para las peresonas no iniciadas.
La acrotomofilia es la parafilia en la que la excitación sexual se produce por la pérdida en algún miembro de la pareja. La agalmatofília es otra parafilia y se caracteriza por que el deseo sexual surge al observar una estatua que represente una figura humana desnuda. La cleptolagnia es la parafilia en que la excitación sexual se obtiene por el acto de robar. En la klismafilia la excitación sexual se obtiene a través de la aplicación de un enema o de supositorios vía rectal. Hay quien la considera una forma de Coprofilia. La coprofilia propiamente dicha es la parafilia en que la excitación sexual se obtiene al ver, oler, manipular, ingerir o untarse con excrementos.
Otra forma de parafilia es la denominada escatología telefónica. En este tipo de parafilia la excitación sexual se obtiene a partir de llamadas telefónicas de carácter obsceno. Actualmente, para la evolución de los aparatos telefónicos, puede incluir imágenes, material escrito y audiovisual. Puede hacerse con la pareja, con conocidos o con desconocidos.
El exhibicionismo es, probablemente, una de las parafilias más conocidas por la mayuoría de la gente. En este caso se obtiene la excitación sexual sabiendo que en cualquier momento alguien puede observar o sentir a la persona que está haciendo sexo. Puede estar pactado con un voyeur o puede hacerlo en algún lugar público, como una playa o unos aseos de un centro comercial, o privado, como la casa de alguien conocido, cuando están, en un balcón o terraza o el propia vivienda, dejando las persianas abiertas y la luz encendida.
El fetichismo sexual comprende todas aquellas prácticas que giran alrededor de un objeto o elemento del entorno (fetiche) que se convierte en el centro de referencia del que se deriva la excitación sexual. El fetiche sexual puede ser por tanto desde una parte concreta del cuerpo, pasando por una sensación o calidad del entorno hasta un objeto o elemento determinado.