Podemos definir la pornografía como cualquier material que despierta pensamientos sexuales de forma vulgar y explícita. La raíz etimológica de la palabra viene del griego pórne. Actualmente la pornografía asume carácter de actividad comercial, sea para los modelos, sea para las empresas del sector. Los medios más comunes para la pornografía son el video, las revistas y, a otro nivel, libros, pinturas y esculturas. Recientemente, Internet revolucionó diversos paradigmas de la industria pornográfica, como la distribución física y la agrupación de escenas en títulos, siendo ampliamente sustituida por la distribución online a través de descargas o visionado.
Actualmente, cerca del 90% de la pornografía comercial se realiza en los Estados Unidos, siendo el resto realizado, principalmente, por Japón, Brasil, Holanda, España y Rusia. A pesar de no ser gran productor y de que el consumo de la pornografía es ilegal allí, en términos absolutos, China es el mayor consumidor de pornografía del mundo, seguido por Estados Unidos y Japón.
La pornografía tiene una larga historia. La sexualidad explícita y sugestiva es una forma de arte tan antigua como cualquiera de las otras. Las fotos explícitas comenzaron poco después de la invención de la fotografía Exactamente lo mismo se puede decir sobre las películas con desnudos totales y con contenidos de sexo explícito.
El retrato de la desnudez y de la sexualidad humana comenzaron en la era paleolítica. Sin embargo, no estamos seguros de si el propósito era la excitación sexual. Quizá las imágenes hayan tenido un significado espiritual. Hay numerosas pinturas eróticas en las paredes de Pompeya, en Italia. Un ejemplo notable es de un burdel con dibujos de los diversos servicios sexuales ofrecidos, sobre cada puerta. En Pompeya también se encuentran gran cantidad de formas fálicas y de testículos en las aceras, mostrando cuál es lel camino al lugar de ocio. En Alemania, por ejemplo, los arqueólogos encontraron en abril de 2005 una figura pornográfica de unos 7200 años de un hombre sobre una mujer, sugiriendo fuertemente un acto sexual. La figura masculina fue bautizada como Adonis von Zschernitz.