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El sexo y la memoria

Pues parece que el sexo y la memoria guardan una relación que, hasta ahora, no se conocía. La actividad sexual es capaz de promover la nurogénesis, es decir, la producción de nuevas neuronas en determinadas partes del cerebro. Parece que, en concreto, lo que hace es aumentar la densidad neuronal en el hipocampo, que es la estructura del cerebro que se encarga de los procesos relacionados con la memoria. Dicho de una manera simple y buscando el titular facil: el sexo mejora la memoria.

La prestigiosa Universidad de Princeton, desde su pdepartamento de medicina neuronal, llevó a cabo un estudio, dirigido por el celebre doctor Smith, una eminencia en la materia, sin duda,  que se encargaba de ver la relación que eciste entre la actividad sexual y el aumento o pérdida de memoria. las concusiones, finalmente, iban encaminadas a determinar una relación directamente proporcional entre uno y otro. Este aumento de neuronas también está asociado a unos niveles de estrés más bajos y a menor ansiedad. Lo que no hace más que insistir en la relación existente entre la práctica sexual habitual y el bienestar general.

Además, parece que estas conclusiones no tienen limitación de edad. Los resultados obtenidos por los investigadores concluyeron que, independientemente de la edad, a mayor actividad sexual, mayor memoria. También es cierto que, de la misma forma que con una actividad sexual intensa, la capacidad de memoria aumenta, cuando, por la circunstancia que fuere, esta disminuye, la memoria también lo hace. Es más, si queremos mantener un crecimiento celular en el hipocampo, es necesario mantener la intensa actividad sexual a diario.

Otros estudios, en diferentes partes del mundo, han sometido a pruebas de memoria a individuos sometidos a una intensa actividad sexual y a otrs grupos con intensidades sexuales variables. Los individuos cuya frecuencia sexual es mayor y esta es más intensa son los que han resultado más favorecidos con las prubeas de memoria, mientras que los individuos con relaciones menos intensas y menor frecuencia sexual poseen una capacdiad memorística mucho menor. Lo que no hace más que confirmar los estudios llevados a cabo por la Universidad de Princeton en Estados Unidos de América.

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