El sexo clandestino que supone el poliamor es algo que, aunque está de moda, está bastante escondido en nuestra sociedad. Como si no quisiéramos que los demás lo notasesn por miedo a no ser aceptado. En realidad, la palabra «poliamor» no se encuentra recogida en el diccionario de la RAE. A pesar de ello, se trata de un término que define aquella relación de convivencia estable establecida entre más de dos adultos y en las que las relaciones sexuales son parte de la forma de convivir. Vamos, que se trata de un trío establecido en el tiempo. Quien quiera saber más sobre el poliamor, puede documentarse en las innumerables películas que tratan este asunto. En cualquier caso, se trata, a nivel social, de un tipo de sexo clandestino.
El hecho de que estemos hablando de una forma de sexo clandestino no hace, en absoluto, que se trate de una novedad. De hecho no lo es. Desde hace varios miles de años, la hisotira de la humanidad repite ejemplos de sociedades que aceptaban esta forma de socialización como válida y, de hecho, ha sido documentada y, por lo tanto, ha llegado información a nuestros días. Robert Van GUilik es uno de los autores de referencia en materia sexual. A modo de ejemplo, citaremos que en su libro «La vida sexual en al antigua China», describe prácticas similares a las que nos ocupan de manera habitual.
En la historia más reciente son muchos los casos de situaciones en las que este tipo de sexo clandestino se ocultaba de los ojos de la sociedad. En algunos momentos por el caracter represivo que se utilizaba por parte de las autoridades políticas y religiosas para reprimir este tipo de situaciones. En la actualidad, a pesar de que la persecución oficial ya no es tal, sí es cierto que a nivel social, el poso que ha venido quedando después de tanto tiempo de represión hace que exista cierto miedo a que no sea aceptado a nivel social, por lo que lo más habitual es que cuando este tipo de convivencias se producen, suelan hacerlo ocultas de cara a la sociedad.