El erotismo que pueden llegar a tener una pose femeninos llega a límites verdaderamente asombrosos. Además, esto es así desde tiempos inmemoriales. Si dudamos de ellos, no tenemos más que darnos una vuelta por cualquier museo arqueológico en el que se representen figuras antiguas de mujeres con calzado. El diseño de las sandalias del antiguo Egipto son un buen ejemplo de la importancia que ya en las llanuras de Mesopotamia, entre el Eúfrates y el Tigris, se le daba a la capacidad erótica de los pies femeninos.
Pero la pasión por los pies de una mujer es un asunto que tienen un buen número de variables que tener en cuenta. Por ejemplo, las uñas son muy importantes, su apariencia define una buena parte de la sensación que se llevará el observador, pero el empeine, la textura de la piel y la forma en que se disponga a lo largo y ancho del calzado que lo contenga son otros aspectos que se deben tener muy en cuenta porque conforman una parte esencial de la impresión que, finalmente, causarán los pies.
Algunos siguen sin saber que los pies cuentan con un buen número de terminaciones nerviosas y, por lo tanto, son una estupenda zona erógena. ayunos siguen pensando que los genitales son los únicos centímetros del cuerpo que nos pueden proporcionar placer. Sin embargo, eso no es así. De hecho, los pies son una parte del cuerpo excelente para dar y recibir placer de nuestra pareja. Si no lo has probado, deberías hacerlo cuanto antes. Dar un masaje en los pies de tu pareja puede hacer que alcance sensaciones placenteras nunca antes descubiertas. Por supuesto, recibirlo, funciona aún mejor.
Conseguir unos pies femeninos perfectos conlleva su trabajo y su dedicación. Por supuesto, se han de procurar semanalmente una serie de cuidados como tasajear con cremas hidratantes o aceites de masaje, además de cortar y limar las uñas. Mensualmente, es buena idea esfoliar las pequeñas durezas que se hayan podido formar en la planta del pie. Luego, según la ocasión, resulta indicado pintar las uñas de los pies o dejarlos con una sencilla película protectora que avive el brillo natural de las mismas.