Quedarse dormido en medio del sexo es algo que le puede pasar a cualquiera. Muchas veces no tienen nada que ver ni con nosotros ni con la persona con la que estamos compartiendo encuentro sexual. Es cierto que puede resultar algo molesto para la persona que lo sufre y algo dificil de explicar para la persona a la que le sucede, sin embargo, es algo tan normal que es difícil encontrar a una persona que no le haya pasado nunca. Así que si eres de las pocas personas que nunca ha sido capaz de quedarse dormido en medio del sexo, no te preocupes, antes o después te sucederá.
En realidad todos hemos leído más de una vez algo sobre los efectos de la dopamina en el cerebro de los hombres una vez que se ha finalizado con el encuentro sexual. Es un impulso químico proveniente del cerebro, incontrolable por el ser humano. Una vez que un hombre eyacula, lo primero que le viene encima es una tremenda sensación de sopor. Lo que no resulta tan oído es el hecho de quedarse dormido en medio del sexo. SIn embargo, si no se oye hablar de ello no es porque no suceda sino por la verguenza que le suele sobrevenir a la persona que le sucede. Vamos, que sí que sucede, pero se cuenta poco o nada.
En la mayor parte de las ocasiones, son determinados elementos externos los que adelantan el proceso y hacen que antes terminar con el enceuntro sexual aparezca el consabido sueño. Algunos elementos, como la ingesta del alcohol o de drogas, puede ser el responsable de esta circunstancia. En otras ocasiones, el estrés acumulado, el cansandio o las preocupaciones pueden estar en el origen de este hecho. Rara vez es la pareja o alguna cricunstancia relacionada con ella la que hace que un hombre llegue a quedarse dormindo en medio de una sesión sexual.
Cuando esto sucede, lo mejor es, en un caso, difrutar del placentero sueño como si no hubiese pasado nada y, en el otro caso, intentar enceontrar un sustituto adecuado al enceuntro que acabamos de perder, ya sea de forma literal o metafórica.