La angustia que puede llegar a alcanzar a algunas personas el hecho de padecer eyaculación precoz puede ser más que significativa e, incluso, puede hacer que el problema vaya a más. Al final, este tipo de situaciones suelen generar un círculo vicioso que retroalimenta el problema y lo hace más y más grande. eyacular antes de lo deseado provoca angustia y la angustia hace que el rendimiento sexual sea peor. Con estos ingredientes, el resultado no puede ser nada alentador.
La angustia que sufren los hombres que sufren de eyaculación precoz se suele reflejar en algunas de sus frases más recurrentes como «me corro enssguida», «no soy caoaz de hacerla disfrutar», «comienzo el enceuntro pensando que me va a volver a suceder». Estas y una buena colección de frases similares suelen denotar el nivel de ansiedad que se puede llegar a alcnazar por un asunto así. Resulta muy curioso que la inmensa mayoría de los hombres afectados por este problema son heterosexuales y solo aparece en hombres homosexuales en muy raras ocasiones. Curioso el dato.
Cuando una persona afectada por el problema de la eyaculación precoz toma medidas y acude en busca de la ayuda de un profesional, este le ayuda a investigar el problema. Casi siempre, tras una evaluación detallada de las circunstancias que rodean el asunto concreto, se suele determinar que, en realidad, el problema es la preocupación por no alcanzar un tiempo que el mismo considere normal antes de la eyaculación.