Es una evidencia, aunque a veces no nos damos cuentas que diferentes mujeres tienen diferentes clítoris. La primera psiquiatra que estudió a fonde la anatomía y naturaelza del clítoris, Mary Jane Sherfey, decidión nombrar como complejo clitorial al conjunto formado por el glande, el prepucio y los bulbos del clítoris, los labios menores y el tercio inferior de la vagina. Planteó, por primera vez, que este conjunto anatómico funciona como un todo inseparable e integrado. Además, introdujo la idea de que diferetnes mujeres contarían con diferentes clítoris, tanto a nivel morfológico como funcional.
En cualquier caso, el clítoris es fundamental para que una mujer alcance el orgasmo. El 70% precisa estimulación cltoral para alcanzar el orgasmo. Perlo, del 30% restante, casi el 80% precisa estimular indirectamente el clítoris durante la penetración para llegar al clímax. De manera que es altísimo el porcentaje de mujeres que precisa estimular, ya sea directa o indirectamente, su clítoris para correrse. En este caso no importa que sean diferentes clítoris, la necesidad de él es idéntica.
La vulva de cada una de las mujeres resulta ser original y única. De ingual manera, es único el aspecto que ofrece la zona que está a la vista del complejo citoral, es decir, del glande del clítoris. En ocasiones, la apariencia visible del órgano es muy pequeña. En otras ocasiones resulta más grande. A veces resulta sencillo percibirlo apenas separando los labios menores y parándonos a obsercar el punto en el que se unen. En otras mujeres resulta más sencillo percibirlas cuando tienen un alto nivel de excitación, debido a que, como el pene, el glande del clítoris, también se erecta. EN cualqueir caso, lo que es claro es que diferentes mujeres cuentan con diferentes clítoris de apariencia diferente.
Y los diferentes clítoris también tienen diferentes fomras de sentirse estimulados. En esto, como en casi todo, las preferencias de cada mujer juegan un papel fundamental. Suele ser habitual que, apenas comenzada la excitación, todas coincidan en presisar una estimulación suave puesto que la gran cantidad de terminaciones nerviosas, antes de alcanzar la erección del capuchón del clítoris, puede provocar dolor. Sin embargo, cuando el nivel de excitación es alto, suelen preferir movimientos algo más rápidos y agresivos.