La cena con velitas es el sinónimo perfecto de la pareja enamorada. Existen un buen número de esta´disticas que afirman que muchas son las personas que, a alo largo de toda su vida, tendrán 2 o, como mucho, 3 parejas estables a lo largo de toda su vida. Vamos, que la ocasión para disfrutar de una cena con velitas la vamos a tener con un número máximo, en promedio, de personas a lo largo de nodo nuestro recorrido vital.
Más de una vez deberíamos hacer un pequeño repaso individual y revisar, de forma individual, las cosas que pensamos sobre lo que supone estar en una relación de pareja. Por supuesto, supone mucho más que la presencia física. Hmos de alcanzar un nivel importante de aceptación de la situación para adquirir y ofrecer confianza, alcanzar la destreza de negociar cuando nos enfrentemos a conflicos y un buen número más de circusntancias. Cuando somos capaces de poenr todas estas ideas en marcha, el resultado no suele falalr y suele estar relacionado con la pasión, la intimidad y la diversión. La idea de cena con velitas, sin duda, respresenta muy bien esta situación.
Situaciones como las generadas por la pasión y la intimidad sexual han de estar presentes siempre en una pareja con algún tipo de aspiraciones. De hecho, sin ser el fin exclusivo de la relación, han de tener un peso muy importante. Sin embargo, por supuesto que no puede limitarse una relación de pareja a los aspectos más pasionales. Lo ideal es que estén muy presentes pero integrados en un todo que constituye la esencia de la relación. Una cena con velitas hablando de un montón de situaciones compartidas de la vida que termina en una desbocada pasión sexual puede ser la imagen que ilustre esta idea, por continuar con la metáfora.
El afecto, el sentido del humor, la capacidad de empatizar con la situaciones que pueda vivir la otra personay la paicencia son algunas de las cosas qeu convienen tener presentes en todo momento, Cuando esto es así, es mucho más facil que la relación de pareja termine convirtiéndose en una cena con velitas continua.