De hecho incluso en las cuestiones en los que la tecnología nos propone una solución más rápida y, probablemente, eficiente que la tradicional, siempre existe una posibilidad que el mundo real mejora, al menos, desde un punto de vista más romántico. Por ejemplo, podemos acercarnos arecoger a nuestra chica en coche y, una vez llegados a la puerta de su casa, escribirle un mensaje con el teléfono par que baje. La alternativa tradicional podría ser escribirle una nota creo nuestro puó y letra y deslizársela por debajo de la puerta de su casa. Sin ceramente, creo que no hay color.Por más eficientes que sean las soluciones que nos ofrecen los smartphones o las soluciones de Internet, la creatividad que puede lelgar a alcanzar el ser humano, el romanticismo que peude lelgar a despertarse cuando una relación es realmente atrayente para nosotros y la necesidad de personalización que necesita cada interacción personal en medio de una relación, hace recomndable la seducción artesana.
La seducción artesana
Las nuevas vías que vienen ofreciendo la tecnología son capaces de facilitarnos la tarea en determinadas cuestiones. Es cierto que han llegado a modificar la manera en la que comenzamos a establecer las relaciones. Y nada de esto resulta negativo, en absoluto. Al contrario, suponen una impagable ayuda en cunato al tiempo ahorrado y a ls recursos a invertir. Sin embargo, en ningún caso pueden llegar a sustitur a la seducción artesana que ha de ser presencial, personal e instransferible.