La heteroflexibilidad es algo que resulta cada vez más común entre nosotros. O lo que es lo mismo, cada vez es más ahbitual escuchar a una persona totalmente heterosexual que, en algún momento, de su vida ha fantaseado sexualmente con una persona de su propio sexo. Da igual que se trate de hombres o de mujeres, en esto no hay diferencia por motivos de sexo. En muchos casos, incluso, la fantasía ha dado un paso más allá y ha llegado a concretarse. La heteroflexibilidad es, cada vez, más frecuente entre nosotros.
Aparentemente, al menos, la sociedad acutal, se ha liberado de sus ataduras y ha dejado de ocultar determinadas prácticas sexuales para darles un rango de normalidad. Aún se siguen dando determinas muestras de rechazo a determinadas prácticas sexuales por algunos ámbitos minoritarios de la sociedad que, afortunadamente, tienen a ser cada vez más pequeños. Las diferentes posibiliadades de relaciones sexuales entre personas de igual o diferente sexo toman cada vez más presencia y visibilidad social. Tanto es así que algunas de estas variaciones sexuales, como lo es la heteroflexibilidad, están tomando un protagonismo que hasta hace no mucho parecía impensable.
La heteroflexibilidad, por lo tanto, es la realidad que hace sentir una atracción sexual hacia determinados individuos del mismo sexo sin que, por eso, suceda en general con todas las persosas del mismo sexo, lo que hace que no implica, por lo tanto, homosexualidad. Pudiera parecer que es un comportamiento sexual propio de alguien que aún no ha salido del armario y quiere confundir al mundo con el lenguaje pero no es así. La diversidad sexual asume una nueva variante.
En realidad, la heteroflexibilidad no puede considerarse, ni tan siquiera, como una práctica propia de personas bisexuales, ya que la atracción por las personas del mismo sexo no se produce de forma generalizada sino en algún caso muy concreto y particular. Incluso, puede darse con una sola persona en un momento puntual que hace que se reunan una serie de circunstancias que en otro momento no se tienen por que´repetir y, por lo tanto, cear este tipo de atracción sexual.