El mapa del placer femenino ya no es un misterio. Parece que una investigación reciente, a cargo del departamento de medicina aplicada de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, ha conseguido identificar, por vez primera, aquellas zonas del cerebro que se van activando cuando una mujer recibe estimulación sexual en el clítoris, en la vagina u en el cuello del útero. Conseguida esta información, se ha creado un mapa que revela cuáles son las fuentes directas del aplacer en materia sexual, en las mujeres. Así las cosas, la complejidad de la mujer y los misterios que encierra, a día de hoy se han vuelto algo más accesibles gracias al mapa del placer femenino.
El estudio revela que la estimulación de cada una de las partes antes mencionadas, clítoris, vagina y cuello del útero, activan tres zonas claramente diferenciadas situadas, cada una de ellas, en diferentes zonas de la corteza sensorial del cerebro. Lo cierto es que las tres áreas están situadas en una misma zona sensorial. También se conoce que la estimulación sexual masculina activa zonas situadas en la misma región. Por lo tanto, no es descabellado pensar que el mapa del placer femenino sea similar al masculino. Al menos en lo que a la activación de las zonas del cerebro se refiere.
Una de las cosas que más sorprendió a los investigadores en el trabajo que concluyó con el desarrollo del mapa del placer femenino, sin duda, fue el hacho de que la autoestimación de los pezones no sólo es capaz de activar la región de la corteza sensorial sino que, también, es capaz de activar las mismas áreas que la estimulación del resto de los genitales. Este extremo podría explicar el hecho de que algunas mujeres sean capaces de alcanzar el orgasmo, simplemente, con la estimulación de sus pechos.
El mapa del placer femenino desarrollado muestra como en la consecución del orgasmo femenino son hasta treinta el número de zonas del cerebro que intervienen de una u otra manera. En este recorrido se despiertan zonas que tienen relación con el tacto, la memoria, el placer e incluso, el dolor.