El fin del sexo ha llegado. ¡Que suenen todas las alarmas! ¡Qué se paren las rotativas! No es el fin del mundo… ¡Es bastante peor! Se trata del final de las relaciones sexuales entre personas tal y como las conocemos. ¿Os imaginaos lo que podría suceder si las personas decidiésemos dejar de practicar el sexo tal y como hacemos hoy en día? Yo no, sinceramente. Pues parece que, efectivamente, el fin del sexo ha llegado. Al menos esos es lo que anuncia Henry Greely, profesor en California, Estados Unidos de América, en la prestigiosa Universidad e Stanford. Su libro, publicado recientemente, que lleva por título «El fin del sexo y el futuro de la reproducción humana», anuncia que dentro de entre 20 y 40 años, el sexo entre humanos, tal y como lo conocemos hoy en día, habrá finalizado para siempre.
El autor del controvertido libro sostienen que en un futuro próximo, no superior a 4 decenas de años, la humanidad en general habrá reconsiderado cuál es su actitud ante el sexo, la fertilidad y la reproducción. De cara, concretamente, a este último punto, el de la reproducción, señala que usando el llegue el futuro que avanza en su libro, los padres elegirán para la reproducción otros métodos tales como la fecundación «in vitro». A tanto llegará la cosa que el autor asegura que aquellos padres que elijan la concepción natural para colaborar a perpetuar la especie serán condenados por el resto de la sociedad. El fin del sexo como forma de reproducción, si Greely está en lo cierto, está a la vuelta de la esquina.
La explicación que justifica el fin del sexo como forma de procreación y que hace que en un futuro la gente elija la fecundación «in vitro», siempre según Greely, está en la posibilidad de utilizar de esta manera los avances en genómica, células madre y el denominado DGO, diagnóstico genérico preimplantacional. Aquellos que tengan acceso a estas técnicas podrán conseguir tener hijos libres de enfermedades mortales y, por si esto fuera poco, incluso podrán tener unas características físicas y mentales elegidas por los propios padres. En realidad la oferta es atractiva. ¿no os parece?