Los beneficios que la existencia de vello púbico son indiscutibles. Por ejemplo, una de sus principales funciones consiste en proteger contra posibles infecciones. Sin embargo, a pesar de que un frondoso vello púbico es una gran defensa contra agresiones líricas y bacteriológicas, la moda dicta la eliminación casi sistemática de cualquier atisbo de pelo en la zona púbica femenina.
Es cierto que la moda actualmente más extendida es la de hacer desaparecer por completo el vello púbico en las mujeres pero ¿qué es lo que realmente piensan los hombres al respecto? Como en todo, hay opiniones para todos los gustos. En contra de lo que se pueda pensar no a todo el mundo le satisface esta tendencia.
Por supuesto, por un lado están los hombres que se sienten atraídos por un pubis totalmente depilado. Suelen argumentar que se trata de una cuestión de higiene pero, en realidad, les excita la idea de recorrer una vagina con la lenta sin encontrarse ni un sólo vello púbico en su camino.
También tenemos otro grupo de hombres a los que les gusta que el vello púbico aparezca en su justa medida. De hecho, un poquito de pelo recortado les resulta tremendamente erótico. Son muchos los tipos de cortes de pelo minimalista que se suelen realizar. Hace unos años estaban más de moda pero aún hay algunos hombres a los que les seduce especialmente esta estética.
También hay hombres cuyo deseo sexual se activa cuando enfrente tienen a una mujer no a alguien que parece acabar de abandonar la pubertad. En estos casos una buena mata de pelo es altamente considerada. Para estos hombres, sin embargo, si es necesario que el vello púbico esté cuidado y recortado de forma controlada. Una cosa es que haya pelo y otra que en él reine el caos.
Por último nos encontramos ante los hombres a los que les gusta el vello púbico femenino de forma abundante y salvaje. Estos hombres quieren encontrarse entre las piernas de sus parejas sexuales toda una suerte de maleza salvaje. Este tipo de hombres disfrutan con las chicas que dejan libertad a su pubis para extenderse por los lugares más indómitos.