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La satiromanía

¿Sabes lo que es la satiromanía? Probablemente no la hayas oído en la vida. Sin embargo, estamos muy acostumbrada a ir o utilizar términos como «ninfómana» para referirnos a la mujer que sufre un trastorno psicológico que se caracteriza por tener una libido extraordinariamente activa que derriba en una fijación obsesiva por el sexo. Sin embarro, existen muchísimas posibilidades de que no sepas cómo nombrar a un hombre que padece el mismo trastorno. Bueno, puede que ahora ya sí. Efectivamente, el equivalente masculino a la ninfomanía femenina es la satiromanía. ¿Resulta extraño, verdad?

El término correcto para referirse a un varón que sufre el trastorno psicológico de llevar su elevada libido a la condición de obsesión es «satiromanía». También podemos referirnos a este trastorno como «satiriasis». Etimológicamente, el origen de ambas palabras está en el término «sátiro», que eran unas criaturas masculinas que la mitología griega asociaba al apetito sexual, unido al sufijo «-manía», que significa pasión. Una vez hecho este inciso de carácter etimológico, volvamos a la nunca bien ponderada semántica.

En un porcentaje altísimo de casos, el origen de este trastorno resulta desconocido y no es posible darle una explicación médica a su aparición. Sin embargo, se sospecha que determinadas patologías como el trastorno bipolar, la adicción al alcohol o a otras sustancias estupefacientes pudieran acabar en una alteración del comportamiento sexual del individuo como la descrita.

Volviendo al término en sí mismo. Ya está dicho que en el caso de las mujeres, el nombre de esta afección es muy conocido y utilizado. «Ninfomanía» es un término integrado en nuestro lenguaje diario. Es muy sencillo oír o leer esta palabra con frecuencia ya que está instalada perfectamente en el imaginario colectivo. Sin embargo, es muy difícil encontrar a alguien que conozca el termino utilizado para nombrar la misma patología en los hombres. Pocos son los que conocen y utilizan correctamente la palabra «satiromanía» La solución puede estar en utilizar la palabra que se puede utilizar, de forma acertada y correcta, para nombrar a este mismo problema cuando se da, de forma indistinta en un hombre o en una mujer: hipersexualidad.

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