El uso de los dedos en el sexo es algo completamente fundamental. Aunque un buen numero de varones creen tener cogido el secreto de la formula secreta que permite hacer enloquecer a cualquier chica, la realidad, muchas veces, no es así. Bien es cierto que para aprender a hacer una cosa con solvencia, li mejor que se puede hacer e practicar, practicar practicar. Por eso, cuando un chico no se muestre demasiado ducho en este tipo de materias, lo mejor que puede hacer su compañera sexual por él, y por ella, es darle la oportunidad de seguir practicando tan noble arte. Entre tanto, desde aquí, vamos a dar algunas indicaciones que te servirán para mejorar tu técnica.
Lo primero que debemos tener en cuenta para hacer un uso correcto de los dedos es que la higiene resulta absolutamente básica para desarrollar esta y cualquier otra actividad sexual. Debemos tener en cuenta, en este caso particular, que nuestras manos estarán en contacto con la zona más sensible de la anatomía femenina y que unas manos o uñas sucias pueden provocar infecciones genitales nada recomendables y fácilmente evitables.
Para utilizar correctamente los dedos en la zona genital femenina, otra cosa absolutamente fundamental que hay que tener en cuenta es que las uñas deben, además de limpias, estar lo suficientemente cortas como para no convertirse en un arma punzante con la que dañar la vulva de nuestra compañera de juegos. Te volvemos a recordar que, si bien , toda la vagina resulta ser una zona muy frágil, el clítoris cuenta con una sensibilidad muy especial que le hace aún más vulnerable.
Para ser un experto en el uso de los dedos, debes tener paciencia. No se trata de ir directamente al grano, Es muy conveniente comenzar de forma muy suave e ir creciendo en intensidad de manera progresiva. Además, resulta muy necesario contar con la paciencia necesaria para ir adaptándonos al nivel creciente de excitación de nuestra compañera, pero siempre a la velocidad que ella vaya demandando En ningún caso debemos precipitarnos. Esto sería algo desastroso. La delicadeza, la paciencia y al empatía deben, en todo momento, ser quienes dominen la situación.