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El sexo y la salud

La práctica de sexo y la salud siempre van de la mano. Ya hemos dedicado varias entradas de este blog a explicar algunas de las relacionadas que existen entre el sexo y la buena salud. A modo de ejemplo, merece la pena mencionar que los varones que mantienen, al menos, un par de encuentros sexuales durante la semana, tienen un 45% menos de posibilidades de, en un futuro, desarrollar un enfermedad de origen cardiovascular.  Sin duda, una clara muestra de que el sexo y la salud suelen ir unidas.

Uno de los estudios más serios y ambiciosos de los llevados a cabo en este sentido comenzó en el año 1987. New England Research Institute ha publicado las conclusiones de un estudio que se encargó de analizar el comportamiento y los hábitos sexuales y de salud de más de un millar de hombres. En ellas, manifiestan que las relaciones sexuales tienen un efecto claramente positivo en la salud del corazón de los hombres. En ingín caso se publicaron datos ni conclusiones de ningún tipo para las mujeres.

Una muestra de hombres de edades comprendidas entre los 40 y os 70 asó de edad fueron encuestados de manera periódica durante 16 años. Se midieron un buen número de variables. entre otras el número de relaciones sexuales a la semana y otras cuestiones médicas como una revisión general, niveles de colesterol, peso, edad o presión arterial.

Las conclusiones, tal y como adelantamos, no dejaron lugar a ninguna duda. Las hombre que mantenían relaciones sexuales, al menos, con una frecuencia superior a dos a la semana, fueron bastante menos propensos a verse afectados por una enfermedad cardíaca, comparándolos con los hombres cuyo número de relaciones sexuales es inferior a esa cifra. Casi del 45% de posibilidades menos son muchas posibilidades.

Tanto a nivel físico como a nivel emocional, la repetición de encuentros sexuales es algo que, de forma indiscutible produce un efecto positivo sobre el organismo. Sabiendo, por lo tanto, que esto funciona así, hacer descender nuestras posibilidades reales de padecer un problema de corazón debe resultar sencillo, en cuneo a nivel de dificultad, y placentero por la naturaleza de la solución que se nos plantea.18

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