La masturbación es una parte esencial en el sexo. Además, debe quedar claro que no se trata de algo reservado a personas sin pareja o con una vida sexual poco activa. Ni muchísimo menos. También ha de quedar muy claro que resulta un placer estar con otras personas, tener orgasmos con ellos o ellas, sentirse deseado o deseada y dar tanto placer como seamos capaces. Sin embargo, esto último no supone que haya que renunciar al deseo de sentir placer estando solos. La masturbación es una parte más de la vida sexual de cualquier persona.
Es evidente que la cultura social tienen un peso muy importante en los hábitos que decidimos tomar. Es innegable que los tabúes sociales en torno a la masturbación han existido de forma tradicional en nuestro ámbito. Lamentablemente, los más cavernícolas siguen manteniendo una actitud represiva y llena de supercherías ante cuestiones tan naturales y sanas como la masturbación. Afortunadamente, nuestra sociedad avanza y, en gran medida, se van dejando atrás, al menos en gran parte, un gran de tabúes que estigmatizaban nuestras libertadas sociales, especialmente en lo relacionado con el sexo.
Otro de los problemas sociales más arraigados es el rol que, históricamente, se ha venido dando a la mujer como alguien destinado a facilitar el placer pero sin derecho a recibirlo. Algo tan estúpido que da vergüenza ajena sólo pensar que durante largos años nuestra sociedad hay a permitido mantener este tipo de barbaridad. La masturbación femenina, por supuesto, también estaba incluida en la negación al placer sexual de las mujeres. Seguimos avanzando y abandonando este tipo de cosas en los vertederos de la Historia.
La vida nos obliga a pasar por situaciones difíciles, eso es y va a resultar siempre innegociable, pero no debemos olvidar que es mucho más fácil de llevar cuando dejamos atrás los prejuicios y nos dedicamos a las cosas que realmente importan. Nuestra sexualidad, por supuesto, debe ser una de esas cosas y vivirla dentro de un espacio de placer, libertad y respeto es algo absolutamente imprescindible. Precisamente por eso la masturbación debe tener la presencia en nuestras vidas que se merece.