¿Gemir o no gemir? Esa sigue siendo la cuestión para muchas personas todavía. Ya sean mujeres u hombres, el hecho de denotar de esta manera la pasión en medio de in encuentro sexual supone una gran controversia interna en muchas personas. Y esto no ha escapado a alunas de las más prestigiosas universidades que en mundo existen, ya que, algunas de ellas, se han encargado de realizar estudios al respecto de los gemidos en la cópula.
La Universidad de Oxford, sin ir más lejos, una de las más prestigiosas universidades británicas y, por supuesto, del mundo, publicó hace unos meses en la National Library of Medicine National Institutes of Health de Estados Unidos, los resultados de un importante estudio al respecto. La conclusión más significativa respeto al hecho de gemir en medio del acto sexual dice que este tipo de vocalizaciones en medio del encuentro sexual no tienen relación con el orgasmo.
Gemir, por lo tanto, al menos a juzgar por las conclusiones de este estudio no es algo que se realice de forma espontánea cuando el nivel de excitación es el suficiente sino que por el contrario es algo que tiene más relación con la cultura, la forma de vivir la situación y las costumbres de cada cual. En algunos casos se utilizan los gemidos para liberar tensión y, en otro, se hace, por ejemplo, para excitar a la pareja o para hacer que su ego se dispare. De esta manera, aunque el gemido no sea consecuencia del orgasmo sí que busca que la pareja lo alcance.
El estudio en cuestión seleccionó una muestra de personas entre los 18 y los 52 años de edad. En el 85% de los casos analizados, las personas estudiadas utilizaban los gemidos y el resto de sonidos y expresiones para excitar sexualmente a su pareja o para hacer que su ego crecieses. El 80% de la muestra declaró que, incluso cuando saben que les es imposible alcanzar el orgasmo, utilizan con ese fin los gemidos. Parece que el nivel de autoestima que alcanza el compañero o compañera sexual a base de ver gemir a su pareja está suficientemente justificado.