El sexo resulta fundamental para mantener estabilidad sentimental y afectiva dentare de una pareja estable. El sexo no es simplemente una herramienta para mantener la especie ni, por supuesto, se trata, exclusivamente, de una forma de placer sin más. El sexo, aún siendo todo lo dicl anteriormente, también es una parte fundamental en la vida de pareja. Tanto que cuando los problemas comienzan a afectar tal terreno sexual, la calidad de la vida conjunta tienen a disminuir o, incluso, a desaparecer por completo. La vida sexual, sin ningún género de dudas, afecta a la relación afectiva entre dos personas.
Mantener una relación especial en la intimidad resulta imprescindible para que la vida de pareja funcione. Por supuesto, no se trata de determinar un número de encuentros sexuales a la semana ni de experimentar constantemente en la cama sino de hacer que la confianza que existe entre los dos miembros de la pareja se extienda, también, a los encuentros sexuales. Si esto sucede, esta confianza en la intimidad retroalimentará el resto de la relación, haciéndola crecer a otra dimensión.
El sexo es la excusa perfecta para demostrar afecto. El ser humano es un mamífero y, por lo tanto, un ser sexual por excelencia. Necesita del contacto físico para expresar cariño. Precisa de la atracción física para sentó¡irse cercano. Una buen forma de utilizar estas circunstancias en beneficio de nuestra relación de pareja es no limitar el encuentro sexual al coito sino introducir toda clase de acercamientos físicos, caricias, besos y demás formas de contacto. El sexo no se limita al momento de la penetración y dejar de disfrutar de esa gama infinita de posibilidades que tenemos a nuestro alcance resultaría un tanto negligente por nuestra parte.
El sexo, finalmente, resulta totalmente determinante para adquirir complicidad con la pareja. Es, probablemente, el único de los aspectos de la vida en los que no participa nadie más y que no se precisa de ningún otro elemento para sentirlo como propio. Utilizar esta característica en beneficio de la unidad de la pareja puede resultar muy interesante. De hecho, las parejas que así lo hacen, disfrutan más tanto con el sexo como con su propia vida personal.